[av_section min_height=» min_height_px=’500px’ padding=’default’ shadow=’no-shadow’ bottom_border=’no-border-styling’ id=’magazine-ampliada’ color=’main_color’ custom_bg=» src=» attachment=» attachment_size=» attach=’scroll’ position=’top left’ repeat=’no-repeat’ video=» video_ratio=’16:9′ overlay_opacity=’0.5′ overlay_color=» overlay_pattern=» overlay_custom_pattern=»]
[av_one_fifth first min_height=» vertical_alignment=» space=» custom_margin=» margin=’0px’ padding=’0px’ border=» border_color=» radius=’0px’ background_color=» src=» background_position=’top left’ background_repeat=’no-repeat’ animation=» mobile_display=»]
[/av_one_fifth][av_three_fifth min_height=» vertical_alignment=» space=» custom_margin=» margin=’0px’ padding=’0px’ border=» border_color=» radius=’0px’ background_color=» src=» background_position=’top left’ background_repeat=’no-repeat’ animation=» mobile_display=»]
[av_heading tag=’h1′ padding=’10’ heading=’ALIMENTOS BIO, ECO, ORG ¿QUÉ SON? ¿MERECEN LA PENA?’ color=» style=’blockquote modern-quote modern-centered’ custom_font=» size=» subheading_active=» subheading_size=’15’ custom_class=»][/av_heading]
[av_image src=’https://reto48.es/wp-content/uploads/2018/10/Imagen_Nutritional_Blog.jpg’ attachment=’3432′ attachment_size=’full’ align=’center’ styling=» hover=» link=» target=» caption=» font_size=» appearance=» overlay_opacity=’0.4′ overlay_color=’#000000′ overlay_text_color=’#ffffff’ animation=’no-animation’][/av_image]
[av_image src=’https://www.reto48.es/wp-content/uploads/2017/11/linea_coaches01-300×5.png’ attachment=’2293′ attachment_size=’medium’ align=’center’ styling=» hover=» link=» target=» caption=» font_size=» appearance=» overlay_opacity=’0.4′ overlay_color=’#000000′ overlay_text_color=’#ffffff’ animation=’no-animation’][/av_image]
[av_textblock size=» font_color=» color=»]
Actualmente encontramos en el supermercado muchas variedades de productos con la etiqueta ECO, BIO u ORG pero ¿son mejores o más saludables que los demás?
Desde hace años, la industria alimentaria realiza transformaciones sobre los alimentos para obtener una mayor rentabilidad y ganancia. Esta transformación hace que cada vez sepamos menos sobre lo que estamos comiendo y que la interacción alimento-organismo esté variando.
Si lo que queremos es cuidarnos, no debemos fijarnos tanto en las calorías como en la calidad de los alimentos que consumimos. No obstante que un alimento no sea eco, bio, u orgánico no significa que tenga peores características nutricionales que los que sí lo son. Os explicamos todo con detalle a continuación:
Son aquellos alimentos que desarrollan su crecimiento y producción en la naturaleza. Sin intervención artificial como pesticidas, fertilizantes, hormonas o antibióticos.
Los alimentos biológicos son aquellos que no tienen ningún componente que haya sido modificado genéticamente.
Existe una amplia lista de alimentos que han sido manipulados genéticamente como el trigo, maíz, soja, tomates, carnes, plátanos, leche, café…etc. Con diferentes finalidades como por ejemplo ser más resistentes a la sequía o a los herbicidas, aumentar su producción o para que se descompongan más lentamente.
Un ejemplo claro es lo que nos está ocurriendo con el trigo, de pronto hay muchísimas personas con intolerancia a este cereal. Una de las causas podría ser su mutación genética para hacerlo más resistente. Si es capaz de resistir a tormentas y sequías, ¿no será más difícil de digerir por nuestro organismo?
Los alimentos orgánicos se caracterizan por haberse desarrollado y producido sin intervención artificial. Es decir, sin químicos como pesticidas y fertilizantes. Sin embargo no todos los alimentos orgánicos son BIO, ya que sí pueden estar alterados genéticamente.
Estos términos solo hablan sobre cómo han sido tratados los alimentos pero no sobre su calidad nutricional. Por ello, no quiere decir que nutricionalmente sean más ricos o que contengan menos azúcares o grasas. Fundamentalmente son alimentos en cuya producción se ha respetado al medio ambiente y a los animales.
Por ejemplo, algunos yogures ECO contienen más azúcares añadidos que los yogures normales. Esto podría ser porque al contener más bacterias, los yogures serían más ácidos y necesitarían más azúcares para contrarrestar.
Ahora bien, una menor ingesta de químicos podría beneficiar nuestra digestión, asimilación de nutrientes y la relación alimento-organismo. Debemos tener en cuenta que el consumo de la mayoría de pesticidas no va a generar una contaminación aguda (salvo excepciones), pero ya existe mucha evidencia científica de que este efecto coctel (la suma de todos ellos) está relacionada con muchas de las enfermedades crónicas que padecemos en nuestros días.
Lo ideal es que poco a poco tratemos de tender a una alimentación más consciente, menos adulterada y de mejor calidad. Para ello, este tipo de alimentos son una excelente opción, pero recordad que no debéis dejar de leer su etiquetado como lo haríamos con cualquier otro producto, ya que hay alimentos que no tienen estas etiquetas y sí tienen características nutricionales incluso mejores.
Nuestra recomendación es que consumamos alimentos bio, eco y orgánicos siempre que podamos. Pero como somos conscientes de que son más caros y no siempre podemos permitirnos que toda nuestra alimentación proceda de ellos, os dejamos un listado con aquellos alimentos en los que merece la pena invertir, ya que encabezan las listas de los que más contenido tienen en pesticidas y plaguicidas :
Si lo que queremos es cuidarnos, no debemos fijarnos tanto en las calorías como en la calidad de los alimentos que consumimos.
[/av_textblock]
[/av_three_fifth][av_one_fifth min_height=» vertical_alignment=» space=» custom_margin=» margin=’0px’ padding=’0px’ border=» border_color=» radius=’0px’ background_color=» src=» background_position=’top left’ background_repeat=’no-repeat’ animation=» mobile_display=»]
[/av_one_fifth][/av_section]