Ayuno intermitente es un término que describe un periodo en el que se alternan períodos de ayuno, no comer nada, con periodos de alimentación a lo largo de un día.
El ayuno intermitente no es una dieta en sí misma, es una herramienta nutricional que tenemos los nutricionistas y que nos puede ayudar mucho en ciertos casos y que en otros ni nos planteamos utilizar, bien por los hábitos de la persona o simplemente porque hay personas que no pueden ayunar tantas horas, por motivos físicos o psicológicos. Personas con tendencia a la ansiedad o historial de sobrepeso pueden acabar comiendo de más durante las 8 horas en que está permitido ingerir alimentos. Esto puede provocar un efecto contraproducente de ganancia de grasa, así como mareos, fatiga y malestar estomacal durante el proceso de adaptación.
Aunque se ha vuelto muy popular en las dietas de adelgazamiento, hay que tener en cuenta que no solo con ayunar se va a perder peso, es necesario que las horas en las que consumes alimentos estén bien pautadas para evitar déficits o excesos de alimentos insanos y porque para que haya una pérdida de peso/grasa es necesario crear un déficit calórico. De nada nos sirve ayunar y luego comernos un menú de cualquiera de las famosas cadenas junto con un helado de postre o bollería, de hecho habría que pensar, si quiero perder peso es por mejorar mi salud, ¿por qué continuar comiendo lo mismo?.
Si bien es cierto, se cree que puede tener beneficios a nivel de salud, como puede ser mejora de resistencia a insulina, mejor control de la ansiedad, mayor quema de grasa… aún todo ello no se ha evidenciado del todo y no se puede afirmar con rotundidad.
Además, es importante que se supervise en cualquiera de los casos ya que podemos llegar a generar una malnutrición por no consumir los alimentos necesarios o no llevar un plan equilibrado, y así todos los beneficios de ayuno los estaríamos perdiendo o incluso, generar mayor ansiedad. Durante las horas de ingestión de alimentos debes hacer las comidas principales, junto con un par de snacks menores, para que el descenso de azúcar en la sangre durante el resto del día no sea excesivo.
También es importante conocer qué se puede tomar durante los periodos de ayuno, ya que hay muchas veces que pensamos que no estamos rompiendo el ayuno y sí lo estamos haciendo, como por ejemplo, tomar un café con leche rompe el ayuno o tomar un té con azúcar también, por mucho que el té o el café estén dentro del grupo de bebidas que se pueden tomar durante las horas de ayuno, hay que saber que todo aquello que aporta aunque sea una caloría ya nos rompe el ayuno.
Aunque el ayuno intermitente más famoso y que más de moda está es el ayuno de 16/8 (16 horas de ayuno y 8 en las que se permite comer) tenemos multitud de variedades y que pueden ser usados en base a la persona que acude a nuestra consulta, tenemos por ejemplo el ayuno de 12 horas, el de 24 horas, ayuno a días alternos, ayuno de 2 días seguidos… por lo que es necesario que conozcamos muy bien la herramienta en base a la persona que nos consulta.
Es cierto que el ayuno más cómodo es el de 16/8 y hacerlo 4 días a la semana, puesto que la mayoría prefiere hacerlo entre las 12-14 del mediodía y las 20-22 de la noche y estas horas coinciden con horarios en los que por lo general se está en casa, fuera del trabajo y con más vida social. Otra división válida es comer solo entre las 9 de la mañana y las 17 de la tarde, pero en realidad cualquiera es válida, siempre aprovechando las horas de sueño dentro del ayuno.
Si decides comenzar con el ayuno 16/8 o el que sea, consulta con un nutricionista y decide si es lo mejor para ti realmente