Es época de salir unos días de tu rutina habitual, quizás unos días en la montaña, practicando esquí, no debes olvidar una serie de aspectos, porque, ¿sabías que el frío, el viento y el sol a esa altitud son perjudiciales para tu piel?
Cada vez somos más conscientes de los daños que el sol deja en nuestra piel, en forma de arrugas y manchas que provocan envejecimiento prematuro. Pero siempre asociamos la necesidad de usar una protección solar en el verano. Un error, ya que, en invierno, y, sobre todo, en la montaña, el sol es muy perjudicial, incluso más que en verano.
Los niveles de radiación ultravioleta a más de 1.000 metros de altitud aumentan hasta un 10%, es decir el sol resulta más dañino. Además, a esto hay que añadir que la nieve refleja un 80% los rayos del sol (frente a un 15% de la arena de la playa). ¿Te has convencido por qué debes utilizar un protector solar alto? Aunque este el día nublado. Pero hay más cuidados que tu piel agradecerá. Te damos unos consejos.
Recuerda poner el protector solar en las zonas de tu cuerpo expuestas (normalmente la cara) media hora antes de salir, y repetir la aplicación cada dos horas
El viento, propio del invierno y que puede darse con mayor fuerza cuando estás en la montaña, reseca la piel, así que no olvides hidratar tu rostro. El orden sería: limpiadora, tónico, sérum, crema hidratante, contorno de ojos (una zona muy sensible a la deshidratación), y protector solar.
Protege tus labios. El sol, el viento y el frío pueden provocar sequedad y hasta grietas, así que no salgas sin un buen protector labial.