El concepto detox hace referencia al concepto de desintoxicación, de esta forma, estas dietas se suelen poner de moda y volver con fuerza tras periodos de excesos, como pueden ser las Navidades, como forma de depurar el cuerpo y perder peso de forma más “rápida”, ya que hoy en día vivimos en el cortoplacismo y queremos arreglar estos excesos en 15 días y hacer como si nada.
Se basan en frutas, verduras, agua, tés, infusiones de hierbas, suplementos de hierbas y en ocasiones productos laxantes y diuréticos, normalmente en forma de batidos o de forma líquida o licuada y como únicos alimentos durante el plazo que dure esta dieta, que puede ir desde días hasta semanas.
Teniendo en cuenta esto, es natural que se baje de peso, ya que se reduce la ingesta calórica a menos de la mitad del consumo promedio regular, pero la mayor pérdida que se suele registrar es la pérdida de agua y músculo y no tanto de grasa, de esta misma manera, suele ser habitual que la persona vuelva a recuperar gran parte de este peso perdido una vez deja este tipo de dieta.
Además, es importante señalar que el ser humano necesita de otros nutrientes como proteínas y grasas, los cuales no se obtienen en el plan de la dieta détox, debido a que el déficit de los mismos puede llevar a una persona a caer en un estado de malnutrición si se prolonga en el tiempo o se hace con condiciones asociadas tales como un aumento de la actividad física.
También es importante destacar que estas dietas suelen ir asociadas al déficit de ciertos minerales como hierro, calcio o zinc y que son vitales para el buen funcionamiento del cuerpo y la mente, y al exceso de ciertos tóxicos naturales, como puede ser el oxalato, debido a la ingesta, sobre todo, de verduras sin cocinar.
Si tenemos en cuenta las evidencias científicas, no tenemos ninguna que avale que sea necesario ayudar al cuerpo a eliminar esas toxinas que se pueden producir tras los excesos, puesto que el cuerpo dispone de mecanismos naturales para ello, como hígado, riñones o pulmones. Sí es cierto, que se puede observar una mejora en las digestiones, pero esto tiene que ver más con dejar de lado los malos hábitos que con este tipo de dietas en sí.
Es importante tener en cuenta también, que al licuar los alimentos o hacerlos zumos, lo que se ingiere es la parte líquida de los mismos, quedando fuera parte de la fibra y aquellas estructuras que condicionan la adecuada velocidad de absorción de azúcares y grasas, por lo que la absorción de los azúcares en estos batidos puede ser elevada y la absorción de las grasas, completa.
Para terminar, decir que los perjuicios citados que puedan derivarse de este tipo de dietas, van a ser directamente proporcionales al tiempo que se lleve a cabo el plan, a más tiempo, más problemas para la salud, y que no se debe hacer nunca NINGÚN tipo de dieta por nuestra cuenta, sin supervisión de un nutricionista, y mucho menos si existen patologías asociadas (diabetes, enfermedad cardiovascular, baja masa muscular…), embarazo o lactancia.
Con esto no queremos decir que no se puedan tomar batidos de verduras o frutas como parte de la dieta, sino que nunca deben ser la ingesta exclusiva ni sustituir a otras comidas, pero sí se pueden tomar como primer plato o como un tentempié, siempre con el fin de aumentar el consumo de frutas y verduras.
Como conclusión, antes de recurrir a dietas detox o dietas milagro, es mejor ponerse en manos de un nutricionista y llevar una alimentación equilibrada y encaminada a hacer cambios de hábitos a futuro para que nuestra salud no se vea perjudicada.