El exceso de estrés pasa factura a nuestro cuerpo. Nuestro ritmo acelerado de vida, horas que le robamos al sueño, compromisos laborales y familiares, son todos ellos factores de peso en la creación de niveles elevados de estrés. Día a día, vamos acumulando estrés y cansancio. Notamos rigidez en el cuello, nos duele la espalda, y sentimos presión sobre las cervicales y zona lumbar. Es probable que cualquier movimiento brusco o simplemente levantar algo, nos provoque una contractura o tirón.
Nuestros músculos tensos nos están avisando que estamos haciendo algo mal. Para la mayoría de nosotros es común sentir la rigidez en nuestras espaldas por jornadas de trabajo intensas y la tensión en nuestras cervicales, pero sentir dolor es un aviso, que tenemos que atender nuestro cuerpo. No somos conscientes de nuestro problema hasta que recibimos un masaje.
Una contractura muscular, es una patología. El musculo se contrae de forma involuntaria, duradera e incluso permanente. Generalmente este tipo de lesiones son muy comunes, no solo se dan en deportistas, sino que cualquiera podemos realizar un mal gesto, sobrecargar un musculo al realizar un esfuerzo o provocarnos una contractura. El objetivo del masaje descontracturante es devolver a nuestros músculos a su estado natural, aliviar la tensión que sentimos en la espalda y deshacer “los nudos” (como lo solemos llamar) que una postura incorrecta o el estrés ha provocado en nuestra musculatura.
Una vez que hemos conseguido reducir el nivel de estrés y de tensión, nuestros músculos estarán más relajados. Con el masaje se liberan endorfinas, unos antidepresivos naturales que influyen en el bienestar y nos ayudan a combatir el dolor. Sobre nuestra piel, encontramos mayor elasticidad, Se facilita la absorción de sustancias y existe un mayor intercambio de oxígeno y nutrientes. También la fricción ayuda a eliminar las células muertas.
En relación con el sistema circulatorio, los masajes provocan un aumento de la circulación sanguínea y linfática. Con el sistema nervioso las ventajas son múltiples, se obtiene un efecto analgésico de las sensaciones dolorosas al anestesiar las terminaciones nerviosas sensitivas. También mejora la sensación de cansancio, aumenta la resistencia al trabajo, mitiga el estrés e insomnio. Gracias a la relajación muscular que conseguimos a través de este tratamiento, notamos que mejora la calidad del sueño y nos sentiremos más llenos de energía y con mucha vitalidad.
En el caso del masaje descontracturante cervical, nos daremos cuenta de que tras conseguir aliviar la rigidez de las vertebras cervicales, nos hemos librado de la sensación de mareo y del dolor de cabeza que suelen acompañarlo.
Los beneficios son múltiples, no te quedes con las ganas ¿Quieres un masaje?