El organismo está compuesto por un gran porcentaje de líquido (50-70% según la edad, menos % a medida que cumplimos años), lo que permite a los órganos trabajar correctamente y a las células vivir. De esta manera entendemos que el agua va a ser un pilar fundamental en nuestra alimentación y evitar la deshidratación uno de los ítems fundamentales.
Para ello debemos entender que el agua que el cuerpo utiliza en los distintos procesos durante el día se va a perder; perdemos agua por ejemplo, en actividades como puede ser ir al baño, comer, hacer deporte, dormir y hasta respirar… Uno de los factores que más afecta a la pérdida de agua es la temperatura ambiental, de esta forma, cuanto más calor hace, más agua perdemos y por lo tanto, más agua necesitaremos.
También es importante hablar de la sed, la sed es un síntoma relacionado directamente con la deshidratación, de tal manera que cuando la sentimos, ya es tarde, estamos deshidratados. La sed también está muy relacionada con la edad, siendo niños y ancianos los grupos sobre los que tenemos que poner más atención debido a que su sensación de sed es más tardía y cuando sienten sed puede ser que ya haya una deshidratación grave.
Por todo esto es importantísimo hacer una buena reposición hídrica a lo largo del día, esta reposición la haremos no sólo con agua, sino que debemos tener en cuenta que al menos un 20% del agua que ingerimos debe proceder del consumo de alimentos como leche, frutas y verduras.
Así que a continuación os damos unos consejos para que estemos bien hidratados ahora que estamos en verano y así nos podamos garantizar un correcto funcionamiento del organismo: