Los masajes son una experiencia relajante y terapéutica. Sus efectos no son solo a nivel físico, durante los masajes también relajamos aparte del cuerpo la mente y nuestra energía aumenta. Son ideales para el bienestar emocional.
Muchas veces el estrés y la mala postura provocan dolores musculares. Es por ello qué los masajes corporales son ideales para relajar los músculos, pues estimula el flujo de la sangre y oxigeno por todo el cuerpo, alivian el dolor y mejoran el aspecto de la piel, ya que al activar la circulación la piel se vuelve más firme y suave.
Reducen el estrés, al descargar tensiones se liberan puntos de presión de todo el cuerpo, relajando todos los sentidos. Ayudan a dormir mejor.
Mejora el sistema linfático, aumenta el flujo del líquido linfático mejorando el sistema ganglionar, el encargado de terminar con las toxinas de nuestro cuerpo. Ayudan a combatir la celulitis.
Favorece la circulación, produce un aumento del aporte de oxígeno en los tejidos y en los órganos, lo que beneficia la salud en general.
Reduce las migrañas, atenúan sus molestias.
Mejora la flexibilidad, indispensable para los atletas y retadores.
Ayudan a combatir la depresión, los masajes reducen los niveles de hormona llamada cortisol, que se libera como respuesta al estrés y por lo tanto levanta el ánimo y disminuye la presión arterial, por otro lado, ayuda a estimular la serotonina y la dopamina, dos neurotransmisores relacionados con la depresión.
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